sábado, 6 de octubre de 2012

DESARROLLO DEL NIÑ@ DE 3 AÑOS

El pensamiento del niño de esta edad se caracteriza por ser concreto, es decir, el desarrollo de su inteligencia requiere que continuamente experimenten y manipulen la realidad que les rodea. Se comienza a afianzar la función simbólica, que les permitirá evocar lo que está ausente, de manera que, progresivamente, irán pasando de la acción y la manipulación de los objetos a la representación de los mismos.
El desarrollo cognitivo está condicionado en gran medida por el desarrollo del lenguaje. Los niños están pasando del aprendizaje sensorial al intuitivo, comienzan a prever las consecuencias de sus acciones y empiezan a solucionar los problemas que se les plantean en su vida cotidiana. Todavía no son capaces de desligarse del todo de sus puntos de vista pero, poco a poco, irán descubriendo que su forma de ver las cosas no tiene por qué coincidir con la de los demás; paulatinamente, tomarán conciencia y comprenderán que la forma de actuar y de comportarse de los demás depende de una serie de motivaciones, deseos y necesidades que pueden no coincidir con las suyas. Intentarán ajustar su comportamiento para integrarse e interactuar con las personas de su entorno.
Poco a poco serán capaces de realizar deducciones simples y clasificaciones siguiendo algunos criterios muy sencillos. A esta edad tendrán dificultades para establecer relaciones causales, temporales y lógicas.
En el ámbito psicomotor, los niños son muy ágiles, sus movimientos son suaves y armónicos. Progresivamente, serán capaces de disociar sus movimientos realizando simultáneamente gestos diferenciados en los miembros superiores e inferiores. Les gusta empezar a mostrarse independientes y sienten atracción por la actividad física. Van conociendo su cuerpo poco a poco, sus posibilidades y limitaciones motrices, van adquiriendo confianza sobre lo que son capaces de hacer con él y van avanzando en el control de sus movimientos. Les gusta correr y pararse, hacer giros, escalar, sortear obstáculos, andar en todas direcciones, patear, saltar con los pies juntos, subir y bajar escaleras y bailar, aunque todavía no dominan el ritmo. Podrán mantener el equilibrio sobre diferentes superficies; se mantendrán sobre un pie durante cierto tiempo; se equilibrarán sobre la punta de los pies y guardarán el equilibrio estático con los ojos cerrados.
La coordinación óculo-manual aún no es muy buena. Serán capaces de realizar diferentes acciones que requieren de esta coordinación, como abrochar un botón grande. Ejercerán cierto control sobre el lápiz. Progresivamente, controlarán la partida y llegada del dibujo, pudiendo partir de un punto y llegar a otro de un solo trazo; podrán completar y cerrar figuras abiertas y serán capaces de copiar un círculo. A los pequeños y pequeñas les gustará experimentar con la pintura de dedos utilizando todo el espacio gráfico. Irán adquiriendo una mejor percepción visual del espacio.
Los niños utilizan indistintamente la mano izquierda y la derecha; progresivamente, irán afianzando su lateralidad, por lo que es muy importante no presionarles en ningún sentido sobre el uso de una mano sobre otra.
En esta edad, los niños afianzarán su identidad sexual y de género y la utilizarán para definir sus preferencias. Llegarán a reconocer su propio sexo y les interesarán las diferencias fisiológicas entre ellos.

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