El desarrollo cognitivo está condicionado
en gran medida por el desarrollo del lenguaje. Los niños están
pasando del aprendizaje sensorial al intuitivo, comienzan a prever las
consecuencias de sus acciones y empiezan a solucionar los problemas que se les
plantean en su vida cotidiana. Todavía no son capaces de desligarse del todo de
sus puntos de vista pero, poco a poco, irán descubriendo que su forma de ver
las cosas no tiene por qué coincidir con la de los demás; paulatinamente,
tomarán conciencia y comprenderán que la forma de actuar y de comportarse de
los demás depende de una serie de motivaciones, deseos y necesidades que pueden
no coincidir con las suyas. Intentarán ajustar su comportamiento para
integrarse e interactuar con las personas de su entorno.
Poco a poco serán
capaces de realizar deducciones simples y clasificaciones siguiendo algunos
criterios muy sencillos. A esta edad tendrán dificultades para establecer
relaciones causales, temporales y lógicas.
En el ámbito psicomotor, los niños son muy ágiles, sus movimientos
son suaves y armónicos. Progresivamente, serán capaces de disociar sus
movimientos realizando simultáneamente gestos diferenciados en los miembros
superiores e inferiores. Les gusta empezar a mostrarse independientes y sienten
atracción por la actividad física. Van conociendo su cuerpo poco a poco, sus
posibilidades y limitaciones motrices, van adquiriendo confianza sobre lo que
son capaces de hacer con él y van avanzando en el control de sus movimientos.
Les gusta correr y pararse, hacer giros, escalar, sortear obstáculos, andar en
todas direcciones, patear, saltar con los pies juntos, subir y bajar escaleras
y bailar, aunque todavía no dominan el ritmo. Podrán mantener el equilibrio
sobre diferentes superficies; se mantendrán sobre un pie durante cierto tiempo;
se equilibrarán sobre la punta de los pies y guardarán el equilibrio estático
con los ojos cerrados.
La coordinación óculo-manual aún no es muy
buena. Serán capaces de realizar diferentes acciones que requieren de esta
coordinación, como abrochar un botón grande. Ejercerán cierto control sobre el
lápiz. Progresivamente, controlarán la partida y llegada del dibujo, pudiendo
partir de un punto y llegar a otro de un solo trazo; podrán completar y cerrar
figuras abiertas y serán capaces de copiar un círculo. A los pequeños y
pequeñas les gustará experimentar con la pintura de dedos utilizando todo el
espacio gráfico. Irán adquiriendo una mejor percepción visual del espacio.
Los niños utilizan indistintamente la mano izquierda y la derecha; progresivamente, irán
afianzando su lateralidad, por lo
que es muy importante no presionarles en ningún sentido sobre el uso de una
mano sobre otra.
En esta edad, los
niños afianzarán su identidad
sexual y de género y la utilizarán para definir sus preferencias. Llegarán
a reconocer su propio sexo y les interesarán las diferencias fisiológicas entre
ellos.
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